La majestad de Machu Pichu y el Huascarán

En PERÚ se desarrolló el Imperio de los Incas, estuvo conformado por cuatro regiones o cuatro suyos: Collasuyo, Chinchaysuyo, Contisuyo y Antisuyo, su territorio tenía un área aproximada de 1’700,000 km² y se extendía a través de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y Chile, fue el territorio más extenso de América precolombina. Es un país de Nevados, Montañas y aguas termales. En Perú desde la época del incanato estas montañas fueron llamadas “Apus”, palabra quechua y que traducido al español posee dos significados, el primero es de “montaña” y el segundo de “Dios”, es por ello que traducido – o tratando de hacerlo – sería “Dios vivo de la montaña”, esta divinidad era la encargaba de la protección de todos los seres que habitaban a lo largo de sus faldas y responsables de suministrar el líquido elemento vital desde sus cumbres nevadas a todos quienes Vivian en sus faldas y alrededores, en la mayoría de estas montañas tutelares – sobre todas en las más altas – se pudo encontrar estructuras de piedra o roca en forma de plataforma, donde algunos historiadores indican que sirvieron para la realización de rituales, entre los que cuentan los sacrificios humanos, y todos ellos con el único fin de satisfacer al Apu.